domingo, 18 de octubre de 2009

Tres.

Cuando Francisca abrió los ojos, se sentía ligera, recompuesta (en cierto sentido). Se acercó a la ventana, limpió el vapor del espeso cristal y levantó la mirada por sobre los altos y desnudos árboles, atravesó con su vista las copas más altas hasta encontrar, entre ampulosas nubes blancas, el primer zorzal de pecho inflado y canto firme que veía desde varios días, desde que había comenzado la tormenta. El sol se filtraba por entre las largas cortinas, a pesar de lo vetusto de ellas seguían siendo elegantes, verdes y a Francisca le gustaban.
Las primeras chispas solares que se inmiscuyeron por el breve espacio entre el ventanal y las cortinas, disolvieron la frontera de piel y pestañas, sus ojos se entreabrieron y mascullo somnolienta un ruido incomprensible, pero que aún así expresaba deleite. Se levantó presurosa y abrió las ventanas, asomó su cabeza y retuvo el aire inmaculado durante el mayor tiempo posible, sus pulmones se sentían enclaustrados en el breve espacio de su pecho, se extendieron lo más que pudieron y su torso se dilató, parecía más voluptuosa que hace cuatro días, pero en realidad estaba más delgada.
Fue hasta el cuarto de baño, se posó frente al espejo, desprendió los broches que afirmaban su camisón y dejó que las ropas cayeran lentamente desde sus hombros hasta sus tobillos, se perfiló frente al espejo y miró con atención su cuerpo desnudo, lo vio terso y se sintió guapa, cualquiera coincidiría con aquella opinión. Sus piernas estaban extendidas sobre las cerámicas frías, caminó sobre ellas suavemente, con cuidado de no resbalar, giró la manecilla de la bañera, esperó que el agua se entibiara y entró en ella. Jabonó sus brazos flacos y femeninos, sus muslos albos y sus caderas que tantas veces consideraba un poco anchas, pero así estaban bien.
Dentro de la bañera pensó que era bastante caprichosa, cuatro días encerrada por la lluvia y cuando cede la cellisca, de sobredimensionadas gotas, decide crear una bajo la que había sido su marquesina por más de media semana.

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